lunes, 3 de diciembre de 2012

Programas de voluntariado en Canadá



Hay pocas probabilidades de encontrar en Montreal, Toronto o Vancouver a cazadores bronceados por el frío, a Indios Inuítas haciendo danzas cíclicas o a caribús de cuernos ramificados.
Pero basta con coger una de las rutas que llevan al norte, para descubrir ese país de leyenda. Canadá, esculpido por y para aventureros, conserva hoy por hoy en sus ciudades, la hospitalidad de los pioneros y el calor de aquellos que conocen el frío.
En apariencia, es difícil diferenciar las ciudades canadienses de las de sus vecinas estadounidenses. Grandes extensiones repletas de altos edificios o suburbios mestizados agrupados en distintas etnias. Pero las ciudades de Canadá poseen unos valores que su gran vecino del sur desconoce: Vancouver, situada entre el Pacífico y las inmensas estaciones de invierno de Whistler, vibra de un modo muy particular, aunque tiene una gran hiperactividad, goza de un ambiente calmado y reparador, o, Montreal, ciudad bilingüe, tiene un temperamento que invita a hacer descubrimientos permanentemente con una infinidad de actividades culturales, de festivales, de teatro y de danza. ¿Por qué, contrariamente a las ciudades de Estados Unidos, este país ha logrado que sus densos núcleos urbanos ofrezcan un marco de vida agradable? La mentalidad, sin duda. El rechazo a la grandilocuencia, también.
Desde el verano hasta el invierno, cuando las temperaturas bajan de forma extrema, Canadá ofrece un ambiente y una calidad de vida inigualables. En Toronto, cuando llega la nieve, gigantescos centros comerciales subterráneos, verdaderas ciudades subterráneas, abren sus puertas de día y de noche.
Cuenta además con magníficos museos que hacen parecer pequeños los de la vieja Europa.
Hace poco más de un siglo que se creaban los primeros parques naturales, en la actualidad hay más de cuarenta, lo que demuestra la conciencia de su población en cuanto a la conservación del patrimonio universal. Una visita a Banff, Yoho o Jasper, las tres principales reservas naturales permite medir la dimensión del país, ya que hasta en los lugares más habitados de Canadá, la memoria de la tierra sigue siendo uno de los valores más importantes.

Programas de voluntariado en Canadá Ranchstay

Durante tres meses, seis meses o un año, usted estudiará inglés en el corazón de Vancouver. Nuestra escuela asociada se compone de cuatro edificios situados a cinco minutos de distancia entre sí: Richards Campus (centro de estudios principal), Hastings Campus, Seymour Campus y Granville Campus. Leer la continuación
Cada uno tiene su propio estilo, pero todos poseen en común el ambiente cálido y de buena convivencia que caracteriza a las escuelas ILSC. Conjuntamente, ponen a disposición de los estudiantes más de 80 aulas de clases, varios laboratorios de idiomas y una conexión Wi-Fi. Por otra parte, los seis salones de estudiantes le permitirán relajarse y de reunirse y charlas con los demás estudiantes internacionales en torno a una taza de café. Por último, la situación central de la escuela brinda un acceso fácil a los transportes públicos y a todo lo que el centro urbano de Vancouver puede ofrecer. Combinar un curso de inglés con el programa “Ranchstay” es una solución excelente para consolidar sus propios conocimientos lingüísticos empleándolos “sobre el terreno” en la vida cotidiana de un rancho en Canadá. Una ocasión única para vivir en una inmersión completa en dos ámbitos complementarios: el aprendizaje académico y las prácticas laborales. ¡Llegará a hacer progresos impresionantes!

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