lunes, 3 de diciembre de 2012
Canadá enfrenta crisis financiera por inequidad en los ingresos, según un estudio
La inequidad en los ingresos se hará más amplia en los próximos años, tendencia que propiciará inestabilidad y podría disparar una futura crisis financiera, estima un nuevo estudio.
Publicado hoy martes por el Centro de Políticas Alternativas de Canadá, el trabajo sostiene que el colapso es inevitable cuando una pequeña minoría acapara capital mientras el resto acumula deuda.
“Ha habido mucha atención focalizada en el crecimiento del consumo (…) gente viviendo en casas monstruosas mientras la indigencia está en la calle”, dice el autor, Lars Osberg, un economista de la Universidad de Dalhousie. Pero lo que no ha sido discutido, señala, es el impacto en el crecimiento de los ahorros de los ricos en la economía.
Factores increíbles sobre la inequidad de ingresos
Según Osberg, son estos ahorros los que tienen un efecto desestabilizador en el sistema.
“Si alguien se abstiene de consumir todo su ingreso, otra persona tiene que consumir más del suyo para que se mantenga el equilibrio del sistema macroeconómico”, explicó al Huffington Post. “Entonces viene la fragilidad financiera y la crisis”.
Asegura que la reciente crisis de las primas hipotecarias y la consecuente crisis económica global son un recordatorio punzante de las implicaciones del crecimiento de una economía desigual, que luego de un período prolongado de estabilidad ha ido desapareciendo de nuestra memoria colectiva.
“La gente se acostumbró a pensar que esa es el panorama normal de los sistemas de mercados capitalistas, pero la mayoría de nuestra historia económica no ha sido así en lo absoluto. Tienes estos grandes cambios e inestabilidades”, prosiguió, “estas rachas de inestabilidad económica causan sufrimiento y dolor en sí mismas, pero además han sido causa de respuestas políticas extremadamente disfuncionales”.
Debates sobre las verdaderas razones de la crisis
La noción de que la inequidad causó la reciente crisis financiera ha sido largamente debatida entre círculos de expertos en los Estados Unidos. Como The Atlantic publicó este año, un trabajo realizado por profesores de la Universidad de California y Rutgers desafía la conexión.
Siguiendo la pista de las caídas de los años 20 al 2008, los investigadores mantienen que las crisis han llegado después de períodos de préstamos sin control, más que inequidades en los ingresos.
Sin embargo, Osberg asegura que los canadienses deberían prestar más atención a lo que él ve como el enlace entre equidad y estabilidad. Para ilustrar este punto, compara los factores que han influido la desigualdad en Canadá, Estados Unidos y México en el último siglo.
Aún cuando México se mantiene significativamente más desigual que Canadá y Estados Unidos, mejores programas sociales, educación e incremento de empleo de las mujeres lo convierten en el único país de América del Norte en el que la clase media ha aumentado en las últimas décadas, dice Osberg.
Mientras, como en otros países desarrollados del mundo, la inequidad ha aumentado en Estados Unidos y Canadá, donde el ingreso del 1% de la población ha dejado atrás el del otro 99%.
Al contrario de México, que se ha beneficiado de los procesos de urbanización que en los países desarrollados ya existe, Osberg asegura que no hay evidencia de que el crecimiento traerá consigo el cierre de las diferencias entre clases en Canadá y EE.UU.
En estos casos, la historia reciente nos enseña que el único vehículo que, comprobadamente, cerrará esa grieta, son políticas financieras específicas. El ejemplo que utilizó fue los Estados Unidos en los años 30, cuando Franklin Roosevelt acortó significativamente la diferencia y plantó el terreno para décadas de estabilidad. El sistema político canadiense cuenta con los medios para hacer frente a esta división, pero esas acciones, según Osberg son “extremadamente improbables”.
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