lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Cómo nos transportamos a nuestro trabajo?


Desplazamientos

Generalmente, el transporte público es barato y eficiente, y seguramente es el mejor medio para visitar las ciudades italianas, ya que en Italia el aparcamiento, la gasolina y los peajes de las autopistas son bastante caros.
En general, suele ser más caro comprar un billete sencillo, por lo que te merece la pena informarte sobre lo que cuestan los abonos semanales o mensuales para el transporte en tu ciudad.
Ten en cuenta que los billetes de autobús no se venden en el mismo autobús y hay que comprarlos de antemano, normalmente en estancos y quioscos.
Todos los billetes deben ser timbrados antes de subir a los trenes y metros, o en el momento de subir al autobús.

Autobús:

Todas las principales ciudades cuentan con una extensa red de autobuses y tranvías, pero, inevitablemente, pueden ser más lentos durante las horas punta, cuando el tráfico en las ciudades se congestiona mucho.

Metro:

Roma, Nápoles y Milán cuentan con de una red de metro conocida como Metropolitana. Roma dispone de dos líneas y Milán de tres líneas. Nápoles cuenta a su vez con funiculares y con la línea de circunvalación vesuviana, que une la ciudad con las poblaciones de la provincia.
La Metropolitana y los tres Funiculares son la manera más rápida de viajar, especialmente en los momentos más concurridos del día.

Taxis:

Los hay en gran número, especialmente en las grandes ciudades, y se les puede reconocer por el letrero luminoso que llevan en la parte superior del coche.
Los taxis suelen ser blancos o amarillos. Las tarifas son bastante altas y se carga un suplemento por el equipaje, los animales domésticos, el servicio nocturno y en días festivos.
Los taxis oficiales tienen taxímetros con una pequeña pantalla que muestra la tarifa a pagar y te hacen un recibo si es necesario.
La propina no es necesaria, pero la mayoría de la gente redondea con un euro o dos.
En Italia muy pocos taxis aceptan tarjetas de crédito.
Debes estar atento a los taxis no oficiales, que a menudo están parados cerca de los aeropuertos y de las estaciones de tren.


Bicicletas

La mayoría de las ciudades italianas tienen un tráfico muy intenso durante las horas de trabajo y los carriles para bicicletas prácticamente no existen, pero comprar un bicicleta (nueva o de segunda mano) es una opción que merece la pena tomar en consideración en las ciudades más pequeñas.
Los italianos no van mucho en bicicleta en las grandes ciudades; sin embargo, el ciclismo es uno de los principales deportes italianos y los fines de semana se ven muchos ciclistas en las carreteras disfrutando del paisaje.







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